Corredor NO Forcanada (Malh de Pois) con cima

Este fin de semana ya teníamos ganas de una buena actividad de esquí alpinismo. Pablo, cómo no, nos volvió a liar y nos habló del canal NO de la Forcanada.

Eche un ojo a un par de reseñas y me pareció que cumplía todos las expectativas de una actividad alpina potente, pero la verdad no veía nada claro que íbamos a poder esquiar la línea. Pero bueno, supongo que así es el esquí alpinismo, a veces se esquía y a veces se rapela. Rufo estaba dentro y no nos costó demasiado meter a Julen en el lío.

Sábado 5.30 de la mañana suena el despertador, recojo a Julen y Subimos a Artiga de Lin donde nos encontramos con Pablo y Rufo. Acabamos de preparar el material y para las 7 pasadas empezamos la actividad. Lo primero que hay que destacar es lo bonito que es el valle de Artiga de Lin. Tal como nos encontramos la vista daba la sensación de estar aparcados al final de una morrena glaciar.

Pero esta no es nuestra montaña y ponemos rumbo al barranco al final del valle. Nos encontramos el barranco ya purgado, por lo que estaba seguro, pero una vez dentro nos damos cuenta de que tiene pendiente y nos dio mucha guerra pasarlo con cuchillas. A toro pasado habría sido más inteligente calzar los crampones como hizo Pablo, pero aún con crampones le resultó bastante engorroso. No habíamos hecho ni la primera pala y ya nos estábamos dando cuenta de que esta montaña iba a costar metro a metro.

Tras este primer barranco, hay otro resalte parecido a superar, pero más pequeño y sencillo. Una vez pasado todo este sector barranco entramos rápidamente en un canal en pendiente constante que requería de Z continuadas sobre cuchillas.

Ya en las últimas zetas de esta pala por fín aparece La Forcanada brillando al sol.

La verdad que impresiona. ¡Vaya pedazo de roca!  Empezamos a pensar que si el barranquillo ese ya nos ha dado una buena patada en el culo, como para hacer cima…

Lo bueno es que llegados a este punto y hasta el pie de la montaña tenemos terreno más bien fácil por delante. Cruzamos el llano por el lago y bastante rápido nos plantamos en la pala que sale de la N.

A medida que vamos ganando altura vamos divisando la entrada del corredor.

Ahora ya por fin se ve la entrada y empiezan los nervios, ¡Vaya pasada de línea! Que estética y qué buenas condiciones. Esta anchota, bien tapada y parece que con buena nieve. ¡Lo que estaba empezando como un día de alpinismo parecía que podía volverse un gran día de esquí! Comemos un par de barritas y nos lanzamos al ruedo. La idea es ir haciendo zetas hasta donde se pueda y luego el último tramo con más pendiente, pues esquís a la espalda y crampones.

Esto empieza a transformarse en el festival de la zeta. Rufo va abriendo como una locomotora, ¡que maestría! De mientras a Pablo y a mí nos empieza a pesar el culo a medio couloir. Después de unas 100 zetas habiendo apurando muchísimo las últimas y llegados a dos tercios del couloir es hora de hacer la transición a los crampones. Menos mal. En ese punto no quería volver a hacer una vuelta de maría más en el resto de mi vida. Con los crampones llegamos arriba del collado bastante rápido aunque la paliza que llevamos encima no es menor.

Aunque llegados a este punto nos dan ganas de lanzarnos al couloir, disfrutar del polvo y dejarnos de líos; sabemos que tenemos que hacer cima. Dejamos los esquís y mochilas en el collado y vamos para arriba. Nos queda bastante montaña por terreno mixto, y aunque las pendientes y pasos no sean difíciles la roca está muy descompuesta y hay que andarse con mucho ojo.

Julen, de primeras no se siente muy cómodo y se encuerda a Rufo. A lo tonto hacen cima en la mitad de tiempo que Pablo y yo que íbamos ya un poco forzados. Foto cumbre y empezamos los destrepes y rápeles hasta el collado.

Último avituallamiento y rock n’ roll. El couloir está catalogado de S5, pero la verdad que con toda la acumulación que tenía y la calidad de nieve estaba para disfrutar.

La pala a la salida del couloir hasta el lago estaba increíble y muy disfrutona. Puro happy riding.

Finalmente solo nos queda la parte del barranco, también sorprendentemente disfrutona. Llegamos al coche tras casi 10h de actividad, 1500m de desnivel y una paliza importante en el cuerpo.