Guía de esquí de travesía en Sogndal.
Desde hace unos seis años Lyngen, pero sobre todo Lofoten se han convertido en los grandes protagonistas del esquí en Noruega. Argumentos no les falta con esa combinación de paisajes árticos, montañas escarpadas, cultura marinera y fiordos en el mismo encuadre. Sin embargo, si miramos un poco más atrás en el tiempo, el nombre que resonaba era Sogndal. De hecho Sogndal es indiscutiblemente el gran bastión, y lo ha sido siempre, del esquí moderno que combina freeride y alpinismo en Noruega.
Sogndal, se encuentra en una de las últimas ramas del Sognefjord, el fiordo más largo de Noruega que entra 220km tierra adentro. El valle tiene un encuadre único: por un lado tiene costa y clima templado de fiordo, pero por otro lado está justo debajo del glaciar más grande de Europa continental y de varios subglaciales que crean un microclima idóneo para la nieve.
El valle de Sogndal es una joya en sí. Alrededor de un lago no demasiado grande se abren unos siete valles que ofrecen una cantidad enorme de terreno y de gran variedad. Lo mejor de todo: todos los sectores quedan increíblemente cerca entre sí. Se empieza desde unos parkings bien acondicionados al borde de una de las principales carreteras de Noruega, por lo que no hay dramas de conducción por pistas complicadas o necesidad de ruedas de clavos. Prácticamente no hay aproximación y la mayoría de las montañas se pueden esquiar por las dos vertientes, creando posibles enlaces muy interesantes. Sin duda hay mucho terreno para el esquí: desde numerosos bosques extremadamente divertidos para el freeride en días de nieve polvo, picos accesibles para un nivel medio, se puede llegar hasta varios glaciares por terreno inferior a 30 grados, aunque no os equivoqueis, lo que más abunda es el terreno grande y técnico. Hay terreno extremo, mucho de hecho, pero la tónica general del valle no es exactamente un océano vertical de agujas de granito y glaciares colgantes al estilo de Chamonix. Sogndal es seguramente uno de los mejores valles que he conocido en ese punto intermedio de esquí alpinismo y freeride (con permiso de la Val d´Aran).
Para entrar a los sectores principales hay que estar bien educado y entrenado en lo que se refiere a juzgar el terreno y condiciones del manto nivoso. Para la mayoría de las montañas características del valle hay que llevar muy bien medida la técnica de las vueltas de maria en terreno vertical y expuesto a la vez que moverse con soltura con crampones y en terreno glaciar.
En invierno se pueden hacer actividades muy interesantes, pero durante una gran parte del invierno el manto nivoso no está asentado como para hacer las grandes líneas clásicas. La temporada buena en Sogndal es de marzo a finales de mayo.
Sogndal también está muy bien situado. Por un lado, está a una hora y cuarto de Hurrungane, las montañas más alpinas de Noruega y el sitio más serio de esquí alpinismo del país. Para que os hagáis una idea, Hurrungane es un especie de Chamonix en lo alto de un de las mesetas de montaña más altas de Europa y rodeada por los glaciares más grandes del continente. Hurrungane tiene un clima tan rudo, que la temporada no empieza hasta pasada la semana santa; las mejores condiciones se encuentran en mayo. Si os pica el gusanillo, no os preocupéis, en unas semanas iré para allá y haré la crónica. Sogndal también queda muy cerca de Jostedalsbreen el glaciar más grande de Europa continental que ofrece posibilidades de esquí muy interesantes, incluso en los meses de verano. Por otro lado, en primavera Sogndal es increíble porque entre otras cosas, en los días de descanso se disfruta mucho bajando al fiordo donde la temperatura sube unos diez grados para tomándose las cosas con calma o incluso para disfrutar del sector de escalada más grande de Noruega con más de 400 vías en un mismo muro. Vías muy interesantes tanto de escalada clásica como de deportiva. Todo a pie de fiordo y algunos sectores incluso entre campos de ciruelos.
Bueno, volvamos al esquí en Sogndal. Esta vez estuvimos cuatro días. Aunque ya había estado varias veces en verano guiando en los glaciares de la zona, no había estado en esquís. Esta vez el plan era explorar los sectores principales, buscar excursiones de nivel medio para poder guiar a nuestros grupos en las próximas semanas y con suerte esquiar alguna de las joyitas del valle. Este año, según los locales, las condiciones eran raras: muy poca nieve y un rehielo que en muchas orientaciones no aflojaba en todo el día. Es curioso que se quejasen tanto, porque la verdad que a mí me parecieron unas condiciones más que buenas para hacer montaña, aunque si que es cierto que no había condiciones para entrar a esos corredores que quitan la respiración, ni terreno exigente en las caras norte.
Las caras sur presentaban condiciones muy buenas y también los sectores este e incluso nordeste, ya que las montañas del este del valle, son bastante abiertas y no tan altas permitiendo al sol actuar desde la mañana.
Un buen ejemplo es el atractivo sector noreste que cae desde Grånipa hasta el parking principal que gozaba de muy buenas condiciones. De hecho, todo ese valle, Gunvordalen, es un valle cinco estrellas para el esquí de montaña. Se puede acceder desde la estación de esquí, que sería el siguiente valle paralelo en dirección sur, o desde el parking principal. En Gunvordalen hay realmente de todo: bosque, terreno de freeride disfrutón, terreno de freeride más agresivo, corredores, terreno muy técnico, una arista aplanada y muy fácil para acceder hasta el glaciar de Gunvordalsbreen y esquí desde el glaciar.
Todo este área es muy bueno para el esquí, aunque andaros con cuidado. Desde el parking parece terreno fácil de gestionar pero engaña: la cara norte es terreno MUY grande, con gran cantidad de convexidades y concavidades. Es bastante más difícil de navegar en esa cara de lo que parece a simple vista y la mayoría del terreno negocia constantemente secciones alrededor de los 35 grados, con lo que puedes verte en un apuro entrando en un día inestable.
La primera montaña a la izquierda del parking principal es Togga, el patio de recreo de los locales. Ofrece buenos sectores de bosque y fácil acceso tanto a su cara norte como a toda la arista que baja hacia ambos valles, Gunvordalen y Frudalen. Todo un laboratorio de freeride. Sin embargo, nada de esto estaba en condiciones esta semana. Mucho hielo en el lado norte y poca nieve en la vertiente sur.
Dos de los días nos acabamos decantando por el sector de Anestølen, especialmente el primer bowl al noroeste.
En la guía explica que no es un sector tan popular puesto que la aproximación por la pista es larga y está expuesta a avalanchas y caídas de piedras, sin embargo, nosotros la hicimos por el medio del lago, que todavía está congelado evitando cualquier riesgo. El bowl tiene terreno muy grande y muy alpino. Toda la cara norte es realmente impresionante y es increible ver todas esas trazas en zigzag subiendo por esos corredores expuestos debajo de cornisas gigantes. Viendo las trazas, se nota que en Sogndal viven los mejores esquiadores de Noruega. No os preocupéis, que se pueden hacer cosas a un nivel más humano. Por el primer hombro de la izquierda se puede llegar relativamente fácil a la cima de Lammanipa que ofrece una bajada disfrutona por esa misma orientación este, o te deja seguir la arista hasta el glaciar de Frudalsbreen que corona el bowl.
Por el flanco de orientación sur tenemos la arista de Sogndalseggi con varias cumbres principales y que ofrece un terreno muy disfrutón cuando empieza a deshelarse la costra. Esta vez hicimos tres de las cumbres principales de la arista.
El cuarto día decidimos bajar al fiordo, a Kvam a disfrutar de probablemente una de las mejor zona de escalada de Noruega y hacer un empacho de vías antes de volver a casa.
Volveremos a Sogndal cuando suban un poco más las temperaturas, o con suerte, podemos pasar directamente a la temporada de Hurrungane. Existe una guía de esquí de la zona, que de hecho es de las mejores guías de esquí que he leído, sin duda está muy bien trabajada. Se llama Toppturar i sogn escrita por Bjørnhusdal, Haslestad y Vereide publicada por Fri flyt. La guía cubre el valle de Sogndal, Hurrungane y el flanco sur del glaciar de Jostedal. Lo malo es que está escrita en Noruego y además en el dialecto regional, el Sognmål, que no es tán fácil de entender. Sin embargo, si vuestro nivel de Noruego no está al día, lo que es más que comprensible, las fotos y croquis están el alta definición y describen una cantidad enorme tanto de líneas principales como de bajadas alternativas de freeride. Las descripciones de peligros objetivos, horarios, orientaciones, material necesario a su vez que grados de inclinación máximos y durante cuánto terreno, están muy bien realizadas y deberían de ser fáciles de entender. Con capacidad de juzgar y tomar decisiones en la montaña, experiencia en terreno de alta montaña con glaciares, esta guía y un buen mapa topográfico, deberías poder hacer una cantidad enorme de actividades.Si este no es el caso, lo mejor es que contrates un guía local en Sogndal o nos escribas a post@wildvoss.no desde donde organizamos viajes guiados a la zona en Español coordinados desde el aeropuerto de Bergen y encargandonos de toda la logística.